Existen muchos mitos y dudas sobre estos materiales. ¿Cuál es mejor o más “saludable”? ¿Cuál es más resistente? ¿En cuál se pegan los alimentos? Te haremos un breve resumen de cada material para que tengas la información necesaria a la hora de escoger.
El teflón: Ha sido uno de los materiales que más se ha castigado por ser “cancerígeno”, algo que aún no se ha demostrado. La agencia internacional para la investigación sobre el cáncer (IARC) argumenta que no existen evidencias científicas que clasifiquen el teflón como cancerígeno. Este mito nació hace muchos años cuando el teflón era mezclado con el ácido perfliorooctanoico, lo cual fue prohibido hace muchos años y en la actualidad no existe este material en ningún sartén.
Hierro Fundido: Este tipo de sartenes está tomando mucha fuerza en el mercado pero no es el favorito en los hogares por su peso y porque los alimentos suelen “pegarse” si no se ha realizado el adecuado tratamiento de curación. ¿Cuál es su ventaja? Conservan mejor el sabor de los alimentos y son resistentes a altas temperaturas.
Acero Inoxidable: Los sartenes en acero son los más utilizados en el sector institucional, son: resistentes a altas temperaturas, duraderos, fáciles de limpiar y almacenar. No son los favoritos en los hogares pues los alimentos suelen “pegarse”, lo cual es un mito pues al no tener antiadherente requiere que la cocción de los alimentos sea diferente.